Todo lo que la Santa Comunión nos da
La Santa Comunión nos ayuda inmensamente a nuestro crecimiento espiritual en Cristo, es decir, a purificarnos, a que seamos iluminados, perfeccionados y salvados, lo cual constituye el propósito último del cristiano en esta vida.
La Santa Comunión nos perdona todos los pecados confesados a nuestro padre espiritual. Además, multipica el don del Espíritu Santo que recibimos con el Bautismo, si llevamos una vida totalmente pura y agradable a Dios. Asimismo, nos ayuda inmensamente a nuestro crecimiento espiritual en Cristo, es decir, a purificarnos, a que seamos iluminados, perfeccionados y salvados, lo cual constituye el propósito último del cristiano en esta vida.
Se ha constatado que los buenos cristianos, esos que suelen asistir a la iglesia y comulgan frecuentemente con los Santos Dones, tienen una familia bendecida, hijos buenos, una vejez tranquila y una muerte cristiana. Por eso, lo más importante, en el caso de los enfermos y los ancianos, es que el momento postrero los encuentre reconciliados con todos, confesados y habiendo recibido la Santa Eucaristía, sin lo cual no existe la salvación.
(Traducido de: Arhimandritul Ioanichie Bălan, Rânduiala Sfintei Spovedanii și a Sfintei Împărtășanii, Editura Mitropoliei Moldovei și Bucovinei, Iași, 1993, p. 37)