Todo lo que significa el contacto de Dios con nuestro corazón
Con una sola partícula del Santo Cuerpo y la Santa Sangre del Señor recibimos a Cristo por entero. De esta manera, una sola palabra de Dios puede tocar e iluminar nuestro corazón, abriéndonos el camino a la plenitud de la Gracia vivificadora.
“La vida espiritual es como una esfera”, solía decir el padre Sofronio. Del mismo modo en que, cuando tocamos cualquier punto en la superficie de una esfera, entramos en contacto con la esfera entera, así también, la correcta práctica de las virtudes nos hace partícipes del don vivificador de Dios. Asimismo, con una sola partícula del Santo Cuerpo y la Santa Sangre del Señor recibimos a Cristo por entero. De esta manera, una sola palabra de Dios puede tocar e iluminar nuestro corazón, abriéndonos el camino a la plenitud de la Gracia vivificadora.
Cada contacto de Dios con nuestro corazón significa, al mismo tiempo, purificación, iluminación y deificación, y estos dones pueden ser recibidos perfectamente al comienzo de nuestra vida en Él. Ciertamente, vemos que algunas personas reciben el don primigenio en la medida perfecta de los santos. Así, incluso antes de que comiencen a luchar contra su naturaleza caída en el pecado y contra las pasiones, Dios los llena con Su Espíritu, y su mente se une con el amor de Cristo. Entonces, invocan Su Nombre día y noche, porque su ser entero ha sido atrapado por el don divino. Quien haya nacido de nuevo en el Espíritu, como nuestro mismo Señor Jesucristo dice, será “como el viento que sopla donde quiere” (Juan 3, 8); nadie sabe de dónde viene ni a dónde va.
(Traducido de: Arhimandrit Zaharia Zaharou, Adu-ți aminte de dragostea cea dintâi (Apocalipsa 2, 4-5) – Cele trei perioade ale vieții duhovnicești în teologia Părintelui Sofronie, Editura Doxologia, Iași, 2015, p. 35)