“Todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones”
¡No atemos nuestro corazón a ninguna de las cosas pasajeras de este mundo! ¡Que nuestra alma no se aferre a nada terrenal!
“Todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones” (II Timoteo 3, 12). La nave busca cómo llegar al puerto; en su camino, se detiene solo por un pequeño lapso y cuando es estrictamente necesario.
También nosotros tenemos que buscar el Cielo, la eternidad, con todas nuestras fuerzas. ¡Por eso, no atemos nuestro corazón a ninguna de las cosas pasajeras de este mundo! ¡Que nuestra alma no se aferre a nada terrenal, por medio de ese autoengaño que pervive en nosotros y que también nos rodea desde todas partes!
(Traducido de: Sfântul Ignatie Briancianinov, Cuvinte către cei care vor să se mântuiască, Traducere de Adrian și Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2000, p. 38)