Palabras de espiritualidad

Un llamado al servicio entre nuestros semejantes

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Conténtate con enumerarte entre esos que tienden fácilmente una mano de ayuda a sus semejantes, y verás que, si les diriges una palabra llena de calidez y ánimo, también tú te llenarás de más valor y obtendrás un impulso más poderoso en el camino de tu vida cristiana.

Un escritor muy conocido, que tenía varias y profundas preocupaciones espirituales, decía: “Empezamos a adquirir la semejanza con Dios, solamente cuando nos volvemos útiles para nuestros semejantes”. En verdad, el servicio al prójimo es una ley divina. Cristo tomó la forma de un siervo y vino a servirnos, a enseñarnos a servir. “Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve” (Lucas 22, 27). Y sirvió incansablemente: con Sus palabras, con Sus actos, con Su vida. Y sirvió al cuerpo y el alma de quienes le rodeaban, con paciencia, sin apenas detenerse, siempre buscando el bien de todos.

La Escritura nos dice que en los Cielos se sirve día y noche. Los ángeles, llamados “espíritus servidores”, descienden al mundo cada vez que aparece una misión especial en pos del bien de la humanidad. Dios mismo les sirve a los hombres con una devoción infinita, para su bien eterno, llamándolos a Él, guiándolos, aliviando las almas de los pecadores. También nosotros debemos servir. Dios nos demostró una honra especial, llamándonos a trabajar como lo hace Él, ayudando a los demás, animándolos, apoyándolos, y mostrándonos preparados para realizar cualquier servicio que sea en verdad útil para nuestro prójimo.

Que cada uno ayude a su semejante”. Este es el propósito que Dios les dio a todas las personas creadas por Él, no sólo a unos cuantos elegidos. Y no esperes dar un servicio importante, llamativo; conténtate con enumerarte entre esos que tienden fácilmente una mano de ayuda a sus semejantes, y verás que, si les diriges una palabra llena de calidez y ánimo, también tú te llenarás de más valor y obtendrás un impulso más poderoso en el camino de tu vida cristiana.

(Traducido de: Fiecare zi, un dar al lui Dumnezeu: 366 cuvinte de folos pentru toate zilele anului, Editura Sophia, p. 193)