Palabras de espiritualidad

Un relato sobre el perdón

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Créeme, hijo: quien se enfurezca con su hermano, perderá todas las virtudes que haya alcanzado y se hará siervo del demonio.

Un monje fue a buscar al abbá Sisoes, y le dijo: 

—Padre, un hermano me ofendió y quiero vengarme.

El stárets le respondió:

—No, hijo, deja que se Dios quien le retribuya y haga justicia.

Pero el monje insistió: 

—No lo dejaré hasta que no me haya vengado, padre.

El stárets le pidió:

—Ven, oremos juntos.

Y, alzando las manos, dijo:

—Oh, Dios, ya no hace falta que confiemos en ti, ni que cuides de nosotros, ni que recompenses a los que nos ofenden, porque nosotros mismos nos vengaremos.

Al escuchar esas palabras, el monje cayó de rodillas y exclamó:

—¡Perdóname, padre! ¡No me vengaré de mi hermano! ¡Para mí, ya está perdonado!

Dijo el abbá:

—Créeme, hijo: quien se enfurezca con su hermano, perderá todas las virtudes que haya alcanzado y se hará siervo del demonio.

(Traducido de: IPS Pimen, Arhiepiscop al Sucevei și RădăuțilorDin cuvintele duhovnicești ale Sfinților Părinți, Editura Arhiepiscopiei Sucevei și Rădăuților, Suceava, 2003, p. 270)