Una Madre que está siempre presente con nosotros
Tenemos que saber que la Madre del Señor es, ante todo, una mamá. Y no es solamente una mamá para nuestro Señor Jesucristo, sino para todos los que deseamos tenerla como madre.
¿Es posible que la Madre del Señor nos abandone alguna vez? ¿Es posible que ella nos deje? ¡Imposible! ¿Por qué es imposible? Porque es madre, porque tiene corazón de madre. Nosotros le decimos “Madre del Señor”, como si se tratara de un título. Pero tenemos que saber que la Madre del Señor es, ante todo, una mamá. Y no es solamente una mamá para nuestro Señor Jesucristo, sino para todos los que deseamos tenerla como madre.
(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Din vistieria inimii mele, ediţie îngrijită de Aurelian Popescu, Editura Craiova, Craiova, 2000, p. 44)