Una visión general de las virtudes del alma
Las virtudes del alma son, en primer lugar, estas cuatro: la valentía, la prudencia, el equilibrio y la justicia.
Las virtudes del alma son, en primer lugar, estas cuatro: la valentía, la prudencia, el equilibrio y la justicia. De estas nacen las demás virtudes espirituales: la fe, la esperanza, el amor, la oración, la humildad, la mansedumbre, la generosidad, la paciencia más perseverante, el saber soportar el mal, la bondad, la ausencia de ira, el conocimiento divino, la mansedumbre sin aspereza, la sencillez, la imperturbabilidad, la sinceridad, la modestia, la ausencia de orgullo, la ausencia de envidia, la ausencia de malicia, el desapego del dinero, la compasión, la misericordia, la limosna, la generosidad, la ausencia de tristeza, la compunción del corazón, el recato, la reverencia piadosa, el deseo de los bienes futuros, el anhelo por el Reino de Dios y la búsqueda de hacerse hijo de Dios.
(Traducido de: Sfântul Ioan Damaschin, Filocalia în texte alese, Editura Oastea Domnului, Sibiu 2009, p. 152)
