Vivir no como nos gustaría, sino como disponga el Señor
La compasiva Providencia de Dios siempre dispone lo que es más beneficioso para nosotros.
Nuestros ancestros, aunque eran hombres simples y modestos, sabían componer proverbios llenos de sabiduría y bien fundamentados. Uno de ellos dice así: “No busques vivir como te apetezca, sino como disponga Dios”.
La compasiva Providencia de Dios siempre dispone lo que es más beneficioso para nosotros. Sin embargo, por ignorancia, a menudo nos inclinamos a lo contrario. El asesino amenaza desde el principio con matar, pero no sabe si lo podrá hacer. Solo Dios sabe cómo se le permitirá cometer esa atrocidad, o si no se le permitirá. Pensemos en los mártires: abandonándose a la voluntad de Dios, algunos morían entre grandes tormentos, en tanto que otros, por ser la voluntad del Señor, simplemente morían en prisión. Confiémonos también nosotros a las manos de Dios y a Su santísima Providencia, para que disponga lo que es bueno y salvador para cada quien, del modo en que solo Él sabe, y como le plazca.
(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, pp. 102-103)