Creer y sufrir por el Señor
Para poder soportar más fácilmente la aflicción, tenemos que cultivar una fe muy poderosa, un ferviente amor a Dios, desprendernos de las cosas terrenales y abandonarnos completamente a la voluntad de Dios.
Si tomamos como modelo al santo que vivió de cerca nuestra misma situación, podemos basarnos en su ejemplo. Todos los santos sufrieron, porque eligieron seguir el camino del Señor, Quien también padeció, fue perseguido, insultado, difamado y crucificado. Luego, todos aquellos que deciden seguir el mismo camino sufren inexorablemente. “En este mundo tendréis tribulaciones”. Y quienes quieran llevar una vida piadosa serán perseguidos. “Si empiezas a trabajar para el Señor, prepara tu alma para las tentaciones”.
Para poder soportar más fácilmente la aflicción, tenemos que cultivar una fe muy poderosa, un ferviente amor a Dios, desprendernos de las cosas terrenales y abandonarnos completamente a la voluntad de Dios.
A los que no creen tenemos que verlos como personas enfermas, a quienes hay que pedirles que no tosan ni escupan.
(Traducido de: Patericul de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2012, pp. 495-496)