¿Acaso puedo alcanzar la deificación por mí mismo?
Debemos ser muy cuidadosos y no imaginarnos que el alcanzar este fin está en nuestras manos. En cambio, para Dios todo es posible.
Siendo cristiano, no puedes vivir sin inspiración. Si un verdadero artista vive día y noche a través de las imágenes de su obra, entonces nosotros, siendo cristianos, debemos ser mucho más atentos. Debemos superar los esfuerzos de los artistas para vivir según el espíritu del Evangelio.
Ahora, lo más importante es que Dios inspire nuestra lucha por la salvación. Cuando se nos da esa inspiración, toda nuestra vida se llena de luz y de alegría; los detalles ya no nos llaman la atención.
No podemos deificarnos con nuestra propia ascesis. La deificación acontece con la morada de Dios en nosotros y no a causa de nuestras propias capacidades. La imaginación constituye aquí un gran peligro. Debemos ser muy cuidadosos y no imaginarnos que el alcanzar este fin está en nuestras manos. En cambio, para Dios todo es posible. El Espíritu Santo puede visitarnos incluso cuando estamos sumidos en el sueño y somos más débiles, más impotentes.
(Traducido de: Arhimandritul Sofronie, Din viaţă şi din duh, Editura Pelerinul, Iaşi, 1997, p. 31)
