Palabras de espiritualidad

Acercándonos al otro con nuestras oraciones

  • Foto: Crina Zamfirescu

    Foto: Crina Zamfirescu

Lo mejor es orar en secreto por el otro, en una oración con lágrimas y mucho amor, recordando que “orar por tu semejante significa derramar tu sangre por él”.

Es muy importante no perjudicar el libre albedrío del otro, porque estaríamos obrando algo que ni siquiera Dios se permite hacer.

Basta con encender ese fuego a su alrededor, el cual nunca sabemos de dónde puede brotar. La forma más segura de encenderlo es orar en secreto por esa persona, en una oración con lágrimas y mucho amor, recordando que “orar por tu semejante significa derramar tu sangre por él”.

(Traducido de: Ierodiaconul Savatie Baștovoi, În căutarea aproapelui pierdut, Editura Marineasa, Timișoara, 2002, p. 93)