¡Acudamos todos al Señor!
Los que tengan sed de paz en el corazón, que busquen al Señor, porque Él es el Tesoro que los hará olvidar cualquier carencia y soslayar cualquier otra bondad, para tenerle solamente a Él.
Los que tengan sed de pureza y de apaciguar la ofuscación de su conciencia, que corran al encuentro del Señor, porque Él cargó con la Cruz de los pecados del mundo entero, borrando toda esa lista de iniquidades. Los que tengan sed de paz en el corazón, que busquen al Señor, porque Él es el Tesoro que los hará olvidar cualquier carencia y soslayar cualquier otra bondad, para tenerle solamente a Él.
¿Alguien quiere poder? En Él está todo el poder. ¿Hay alguien que quiera honra? En Él podemos encontrar una honra más excelsa que cualquier otra honra del mundo. ¿Alguien quiere libertad? Él es el dador de la verdadera libertad. Él nos libra de toda incertidumbre, Él rompe las ataduras de nuestras pasiones, Él hace que desaparezcan las tribulaciones y la tristeza, Él nos da las fuerzas para vencer todos los obstáculos, las tentaciones y las trampas del maligno, allanando el camino de nuestra vida espiritual. Entonces ¡acudamos todos al Señor!
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Editura Sophia, București, p. 77)