¿Realmente es útil la confesión frecuente?

—La confesión frecuente es muy provechosa, porque todos tendemos a olvidar pronto nuestros pecados. Pero, si los confesamos inmediatamente a nuestro padre espiritual, los estaremos arrancando de raíz. Además, se sabe que la contrición nos abre los ojos hacia nuestra impureza interior. Después de arrepentirnos por nuestras faltas, empezamos a ver las cosas de otra forma y a considerar pecado eso que antes no veíamos como tal, recordando muchas cosas que hemos hecho y por las cuales nunca sentimos la necesidad de arrepentirnos, dejándolas en el olvido... Quien se acostumbre a rendir cuentas de sus actos en esta vida, no sentirá ningún temor cuando deba hacerlo en el Juicio de Cristo. Esta es la razón por la cual contamos con ese “breve juicio” de la contrición, para que, siendo purificados y redimidos con nuestro arrepentimiento en esta vida, podamos dar una respuesta digna y sin oprobio cuando llegue el momento del Juicio de nuestro Señor.

(Traducido de: 1000 de întrbări și răspunsuri despre viața duhovnicească, Editura Egumenița, p.184, Galați, 2005)