Palabras de espiritualidad

Al terminar el ayuno, ¿ha cambiado algo en nosotros?

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

      Foto: Bogdan Zamfirescu

No juzguemos a nadie: ni a los que ayunaron, ni a los que no lo hicieron; ni a los que ayunaron mucho, ni a los que lo hicieron mínimamente. Cada uno se afana de acuerdo a sus fuerzas. Lo importante será observar, cuando termine el ayuno, si algo ha cambiado en nosotros.

Hasta hoy hicimos el esfuerzo de ayunar. Si no lo hicimos, lo haremos a partir de hoy. Dios recibe igual a quienes empecemos desde hoy. La noche de Pascua, escucharemos este llamado: “Vengan todos los que ayunaron desde el comienzo, los que ayunaron sólo desde la hora undécima, vangan también los que comenzaron en la duodécima hora”.

Así dirá la Iglesia en la noche de Resurrección, a través de San Juan Crisóstomo. Todos somos esperados, porque no sabemos si el que ayunó menos es más agradable a Dios que el que ayunó mucho y sin respetar las normas y mandamientos del ayuno.

No juzguemos a nadie: ni a los que ayunaron, ni a los que no lo hicieron; ni a los que ayunaron mucho, ni a los que lo hicieron mínimamente. Cada uno se afana de acuerdo a sus fuerzas. Lo importante será observar, cuando termine el ayuno, si algo ha cambiado en nosotros.

(Traducido de: Preot Nicolae Tănase, Să nu-L răstignim iarăşi pe Hristos, Editura Agaton, Făgăraș, 2011, pp. 124-125)

 

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