Algunas normas prácticas para que tu alma se acuerde de Dios y se le acerque progresivamente
Al pensar que te hallas siempre frente a Él, te empezará a colmar un estremecimiento lleno de devoción.
Piensa, por ejemplo, en la bondad de Dios. Te sentirás rodeado por Su misericordia y te postrarás frente a Él con un agradecimiento profundo.
¡Piensa en Su omnipresencia! Al pensar que te hallas siempre frente a Él, te empezará a colmar un estremecimiento lleno de devoción.
Piensa también en Su justicia; piensa que ninguna mala acción quedará sin castigo. Así es como entrarás en el arrepentimiento, procurando purificarte de todo pecado y vicio.
¡Piensa en Su sabiduría! Entendiendo que no hay nada que puedas esconderle, empezarás a ser más severo contigo mismo y a permanecer atento a todo lo que hagas.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Călăuzire către viața duhovnicească, Traducere de Preot Victor Manolache, editura Egumenița, p. 48)