Padre ¿qué es lo mejor que les podemos decir a los demás, para que obtengan un provecho espiritual?

—Las mejores palabras para ofrecer un beneficio espiritual a los demás son aquellas que provienen de nuestro actuar, es decir, nuestro ejemplo de vida. Esto nos lo enseña San Isaac el Sirio, al decir: “Una cosa es lo que dicen nuestros actos, y otra completamente distinta lo que decimos con palabras bellas, pero sin el poder de nuestro ejemplo”. Y, en otro lugar: “La sabiduría sabe cómo embellecer sus palabras y decir la verdad, aun sin conocerla, y demostrarla con las buenas acciones, aunque carezca de esa destreza. La palabra que brota del ejemplo es morada de la esperanza, en tanto que el conocimiento que no da frutos es una prenda oprobiosa”. Es decir que reprueba la conciencia de aquel que habla sin poner en práctica lo que dice. Y después agrega: “La palabra sin obras es como un trabajador que se sirve del agua para pintar paredes, pero sin poder utilizarla para calmar su propia sed, o como aquel que se pasa el tiempo soñando cosas espléndidas”.

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Padre, ¿le gustaría vivir algunos años más?

—¡Claro que sí, hijo! (Hizo una pausa, y después, levantando la mano y la mirada al cielo, prosiguió). ¡Pero que sea como lo quiera el Padre!  ¿Es bueno que viva más años? ¡Realmente yo no lo sé! Que sea lo que quiera el Padre…

(Traducido de: „Ne vorbește Părintele Cleopa”, vol. 6, ed. îngrijită de Arhim. Ioanichie Bălan, Editura  Episcopiei Romanului, 1998, p. 129 și din „Mânca-v-ar Raiul!” (În memoria Părintelui Cleopa), ed. a III-a revăzută și adăugită, Iași, 2002, pp. 192-195)