Algunas recomendaciones para la vida espiritual en el mundo actual
Los hombres ya no son hermanos, sino enemigos, sus problemas superan cualquier límite, sus propios defectos se convierten el algo aterrador, adoptando incluso el aspecto de sus tormentos interiores. Sí, actualmente hay un solo camino a la salvación: el de la humildad.
«¿Por qué razón hay dolor y sufrimiento en tu corazón? Naturalmente, por causa de tus propias pasiones. En donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad (II Corintios 3, 7). Y yo agregaría: en donde hay pasiones, allí hay aflicción y sufrimiento. Afirmar que las pasiones moran en nuestro corazón es algo que no admite discusión; sin embargo, ellas no manifiestan su atrocidad si no las tomamos en cuenta y si no las obedecemos. Tampoco nos atormentan, cuando, siendo conscientes de ellas, no les mostramos nuestra oposición. Sin embargo, cuando somos conscientes de ellas y no deseamos rechazarlas con todas nuestras fuerzas; cuando las rechazamos con una parte de nuestra alma, pero con la otra nos dejamos embelesar por su dulce canto; cuando queremos evitar ser reprendidos, y cuando sentimos compasión por nosotros mismos y no nos decidimos a seguir el camino de la Cruz, tras las huellas de Cristo, sin duda sentiremos pesar y dolor. El Señor, Quien tomó para Sí mismo nuestros pecados y debilidades, nos enseñó con Su ejemplo cómo debemos luchar con nuestra voluntad. En el jardín de Getsemaní, Él sufrió tanto, hasta que Su voluntad aceptó el sufrimiento que estaba por enfrentar. Examina tu corazón y verás que hay muchas contradicciones ahí dentro. Por eso, debemos decidirnos a dejar, en definitiva, que nuestra alma sea guiada por la voluntad divina, cumpliendo con Sus mandamientos y bajo la dirección de las severas normas del monacato. Cuando el alma lo acepte, todo será más fácil. Me gusta tu capacidad de encenderte en devoción y admirar todo lo que es bueno y santo; sin embargo, no olvides que la renuncia del monje es lo mejor y lo más útil que hay. “Huye del mundo y te salvarás”. Lo mismo debes hacer tú, huyendo de todo en lo profundo de tu corazón, para estar allí con Dios. ¡Que nuestro Señor te proteja! A Él le pido por ti y a Él te confío».
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«¡Que Dios te ayude! Él fortalecerá tu alma. De mi parte, te diré una sola cosa, desde mi experiencia: la única salida, la única forma de llegar a la paz ante cualquier tribulación y tentación es la humildad. Solamente siguiendo este camino el alma puede llegar a la verdad que resuelve todo, al calor que sana, a la libertad que consuela. Si lo pierdes, tu alma se llenará de oscuridad y pesar. Y puede que llegue a una sabiduría mentirosa. Y esto muy grave. Porque la sabiduría falsa muestra todo de una forma errónea, presentando todas las circunstancias de la vida como si fueran algo amargo y desastroso, en donde es imposible escudriñar los caminos del Señor y Su salvadora Providencia. Los hombres ya no son hermanos, sino enemigos, sus problemas superan cualquier límite, sus propios defectos se convierten el algo aterrador, adoptando incluso el aspecto de sus tormentos interiores. Sí, actualmente hay un solo camino a la salvación: el de la humildad. Recita tres veces al día el Salmo 50. Recítalo también en la iglesia, durante el Himno de los Querubines, y el Señor te revelará el verdadero sentido de la contrición y de la profunda humildad del alma». (Madre Arsenia Sebriakova)
(Traducido de: Maica Arsenia, Calea spre vindecarea inimii, traducere de Luci Ciornea, Editura Sophia Cartea Ortodoxă, București, 2004, pp. 241-243)