Algunas sentencias sobre la vida del cristiano
La irascibilidad nos lleva a ser inconscientes, en tanto que la paciencia fortalece nuestra conciencia.
En el corazón del hombre que cultiva la mansedumbre mora la sabiduría, y el alma del que persevera es trono de la pureza. Quienes obren el mal recibirán una retribución igual de negativa, en tanto que a quienes obren el bien se les dará una buena recompensa. El que ponga una trampa a su semejante, también caerá en ella. Es mejor ser un campesino lleno de mansedumbre, que un hombre de ciudad impaciente e irascible. La irascibilidad nos lleva a ser inconscientes, en tanto que la paciencia fortalece nuestra conciencia. Lo mismo que un viento fuerte en alta mar es la ira en el corazón del hombre. El creyente que ora se libra de las tentaciones, en tanto que un corazón indigno aturde la mente. No busques la alegría pasajera de la bebida, ni comas hasta saturarte, para no sobrecargar la carne de tu cuerpo y evitar que después te vengan pensamientos impuros.
(Traducido de: Proloagele, volumul I, Editura Bunavestire, p. 528)