Algunos aspectos necesarios para la vida cotidiana del cristiano
Persígnate con más frecuencia, y la Señal de la Cruz te cuidará como si fuera un candado en la puerta de entrada.
Persígnate con más frecuencia, y la Señal de la Cruz te cuidará como si fuera un candado en la puerta de entrada. ¡Sálvate y protégete con el poder de la venerable y vivificadora Cruz!
Sobre nuestro hombro izquierdo hay un demonio, y sobre el derecho está nuestro ángel guardián. Cada persona tiene dos libros: en uno se anotan sus pecados, y en el otro, sus buenas acciones.
Si alguien nos hace algo malo o dice algo que nos entristece —por ejemplo, un anciano o un enfermo, o un demente—, no te sientas ofendido, más bien ayúdalo. Tenemos que ayudar a los enfermos con todo nuestro esmero, y también perdonarlos, sin prestar mayor atención a lo que digan o hagan.
Cada casa debe tener una habitación orientada hacia el Este (como una capilla), con una mesa que habrá de servir como altar de oración a Dios. En ese lugar nadie debe comer ni beber.
(Traducido de: Cerească Înțelepciune de la cei de Dumnezeu luminați Dascăli despre Cum să biruim deprimarea, ediția a 2-a, traducere de Constantin Făgețan, Editura Sophia, București, 2008, pp. 108-109)