Algunos consejos espirituales de Santa Matrona de Moscú
Persígnate con frecuencia, y la Señal de la Cruz te protegerá como lo hace un candado a la puerta. Sálvate y protégete con el poder de la venerable y vivificadora Cruz.
Persígnate con frecuencia, y la Señal de la Cruz te protegerá como lo hace un candado a la puerta. Sálvate y protégete con el poder de la venerable y vivificadora Cruz.
Sobre nuestro hombro izquierdo hay un demonio, y sobre nuestro hombro derecho, un ángel guardían. Cada persona tiene dos libros: en uno aparecen sus pecados, y en el otro sus buenas acciones.
Si alguien te lleva a cometer algo malo, o te dice algo que te entristece —por ejemplo, algún anciano o algún enfermo, o quizá algún demente—, no te acongojes, más bien ayúdalo. Todos tenemos la obligación de esmerarnos en auxiliar a los enfermos y también perdonarlos, sin importar lo que hagan o digan.
Cada casa debe tener una habitación dirigida al Este (como si fuera una pequeña capilla), con una mesa cual altar de oración a Dios. En ese aposento no se debe comer ni beber.
(Traducido de: Cerească Înțelepciune de la cei de Dumnezeu luminați Dascăli despre Cum să biruim deprimarea, ediția a 2-a, traducere de Constantin Făgețan, Editura Sophia, București, 2008, pp. 108-109)