Algunos consejos espirituales relacionados con la confesión frecuente
“Oremos los unos por los otros, para que Dios nos haga dignos de la salvación y nos conceda un rinconcito de Cielo…”
A uno de sus hijos espirituales, el anciano le daba los siguientes consejos para la confesión:
—Tienes que confesarte con más frecuencia. Si barres tu casa todos los días, te resulta agradable vivir en ella. Si lavas tu camisa, te sientes cómodo usándola. Porque, si dejas que la basura se acumule en tu hogar, después te parecerá pesado y trabajoso sacarla. Luego, confiésate con frecuencia, hijo. Si no puedes hacerlo cada semana, hazlo al menos una vez al mes.
Dicen los discípulos del padre Paisos, que, después de confesarlos y darles algunas recomendaciones, les decía lo siguiente, con un profundo espíritu de humildad y oración:
—¡Seamos sinceros al confesarnos, hermanos! ¡Jamás dudemos de nuestro padre espiritual, porque no es él, sino Dios quien nos habla y actúa por medio suyo!
Al final, el anciano agregaba esta oración de perdón para sus hijos espirituales, que los conmovía hasta las lágrimas:
—¡Perdónenme y que Dios los perdone! Tal vez de alguna forma los he hecho caer en tentación, o tal vez no me he comportado con ustedes con el amor debido… Oremos los unos por los otros, para que Dios nos haga dignos de la salvación y nos conceda un rinconcito de Cielo…
(Traducido de: Arhimandritul Ioanichie Bălan, Părintele Paisie Duhovnicul, Editura Trinitas, 1993, p. 112; p. 115)