Palabras de espiritualidad

Ama a tu esposa tal y como te amas a ti mismo

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

"La cabeza de todo hombre es Cristo; y la cabeza de la mujer es el hombre; y la cabeza de Cristo es Dios” (I Corintios 11, 3).

Dios quiere que sientas por tu esposa el mismo amor que sientes por ti mismo. ¿Has notado que también en nuestro cuerpo hay muchas cosas imperfectas y muchas carencias? Hay quien tiene las piernas torcidas, otro tiene una mano paralizada, algún otro tiene un miembro atrofiado, etc. Sin embargo, ninguno se “venga” de ese miembro, ni se lo corta. Al contrario, lo cuida y lo protege más que a sus otras extremidades sanas, y esto es fácil de comprender.

Así pues, ama a tu esposa tal y como te amas a ti mismo. No sólo porque hombre y mujer comparten la misma naturaleza, sino también por otro motivo, aún más importante: los cónyuges no constituyen dos cuerpos distintos, sino uno solo. El hombre es la cabeza, la mujer el cuerpo. Como dice el Apóstol Pablo: "la cabeza de todo hombre es Cristo; y la cabeza de la mujer es el hombre; y la cabeza de Cristo es Dios” (I Corintios 11, 3).

 

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele vieţii, traducere de Cristian Spătărelu și Daniela Filioreanu, Editura Egumenița, Galați, p. 110)