Amar con dolor
Dentro del dolor hay mucho más amor que en el mismo amor natural. Porque si sufres por el otro, lo amás un poco más. El amor con dolor consiste en estrechar en tus brazos a tu hermano que tiene un demonio y hacer que éste huya.
—Padre, ¿qué nos ayuda a ablandar el corazón?
—Para que se nos ablande el corazón debemos ponernos en el lugar de los demás. Es más, debemos ponernos en el lugar mismo de los animales, incluyendo la serpiente. Pensemos. “¿Acaso me hubiera gustado ser una serpiente, y me sucediera que al salir un poco a la luz del sol para calentarme, apareciera uno y me golpeara, me aplastara la cabeza? No.” Entonces sentiremos piedad y seremos capaces de amar hasta a las serpientes. Si el hombre no es capaz de ponerse en el lugar del otro, incluso de los animales e insectos, entonces no podrá jamás devenir en persona.
Dentro del dolor hay mucho más amor que en el mismo amor natural. Porque, si sufres por el otro, lo amás un poco más. El amor con dolor consiste en estrechar en tus brazos a ese hermano que tiene un demonio, y hacer que éste huya. Porque el amor que abraza, el amor espiritual con dolor, da consuelo a las criaturas de Dios, ahoga a los demonios, libera las almas y sana las heridas con el bálsamo del amor de Cristo.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovniceşti, Vol. V, Patimi și virtuți,Editura Evanghelismos, București, 2007, pp. 225-226)