Palabras de espiritualidad

Aprendamos a confiar en la mistericordia Dios

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

¡Malo es haber pecado, hombre! ¿Por qué, entonces, eres injusto con Dios y lo consideras débil, por ignorancia?

No pierdas la esperanza, si observas que no eres como deberías ser. ¡Malo es haber pecado, hombre! ¿Por qué, entonces, eres injusto con Dios y lo consideras débil, por ignorancia? ¿Acaso no puede salvar tu alma Aquel que creó para ti un mundo tan grande, con todo lo que tus ojos pueden ver? Y si dijeras que todo eso no existe sino para tu condenación, así como Su descendimiento, arrepiéntete y Él aceptará tu contrición, como sucediera con el hijo pródigo y la mujer adúltera. Pero si, con todo, ni siquiera esto puedes hacer y sigues equivocándote, por costumbre, y aún sin desearlo, llénate de humildad, como el publicano, y verás que te alcanzará para salvarte.

(Traducido de: Petru Damaschinul, Învățături duhovnicești, în Filocalie, vol.V, p. 126)