Palabras de espiritualidad

Aprendamos a orar sin prisas

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

El principal estado de la oración debe ser uno de contrición, porque todos erramos persistentemente. “A un corazón contrito y humillado, Dios no lo desprecia”.

Nunca oremos deprisa, sino que hagámoslo paso a paso, experimentando los pensamientos y sentimientos expresados en las oraciones que leemos. Antes de empezar a orar, preparémonos un poco, concentrando nuestros pensamientos y esforzándonos en mantenernos con atención ante el Señor, a Quien le queremos hablar. El principal estado de la oración debe ser uno de contrición, porque todos erramos persistentemente. “A un corazón contrito y humillado, Dios no lo desprecia”. No importa cuál sea nuestra regla de oración, nosotros pidamos siempre el perdón de nuestros pecados, con los cuales le hemos fallado al Señor.

(Traducido de: Sf. Teofan Zăvorâtul, Rugăciunea, Ed. Egumenița, 2008, p. 63)