Palabras de espiritualidad

¡Aprende a confiar en tu Señor!

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Haz de tu corazón una morada para esta oración: “Señor, Tú lo sabes todo. ¡Haz conmigo lo que sea Tu voluntad! ¡Amén!”.

«Agradécele al Señor Su misericordia y no la rechaces por orgullo.

No te apresures en aleccionar a los demás, porque esa es una trampa del maligno, quien hasta hace poco te tenía sometido y te llevaba de desvío en desvío. Ahora ha ideado otro señuelo, con tal de apartarte del camino a la salvación. Acuérdate de la oscuridad en la que estabas cuando el Señor te llamó y que no se te olvide que tu propia mente fue la que te arrastró a los caminos de la perdición. El Señor no te encomendó salvar a otros, porque Él es quien los salva, con las formas y métodos que solamente Él conoce. Lo que tú debes hacer es seguir tu camino, soportando pacientemente la penitencia de las enfermedades y agradeciéndosela a Dios.

Ora más seguido y con oraciones breves: “¡Bendíceme, Señor!”, “¡Ayúdame, Señor!”, aprendiendo, así, a hacer todo en esta vida con la bendición de Dios. Haz de tu corazón una morada para esta oración: “Señor, Tú lo sabes todo. ¡Haz conmigo lo que sea Tu voluntad! ¡Amén!”.

¡Que la bendición de Dios esté contigo! Deseo que puedas aferrarte a esta valiosísima perla que es la fe que Dios te concedió».

(Traducido de:Arhimandritul Ioan KrestiankinPovățuiri pe drumul crucii, Editura de Suflet, București, 2013, p. 103)