Aprender con humildad
“Oren por mí, para que me vaya bien en mis exámenes, porque yo solo no creo poder lograrlo. Pero, con las oraciones de todos ustedes, lo intentaré”.
Algunos chicos, debido a que tienen una mente muy ágil, enfrentan diversos problemas, y sufren. Quisieran resolver todo con la mente y hacer cosas que están fuera de su alcance. Tienen una mente fuerte, pero no saben cómo dominarla. Experimentan con sí mismos, como intentando conocer sus propios límites, pero esto no les produce sino una gran desazón. Pero, si se hacen humildes, esa agilidad mental les ayudará a avanzar. Por su parte, los niños que carecen de esa misma agudeza de mente no enfrentan tal clase de problemas, aunque la mayoría de veces evitan ponerse preguntas relacionadas con su conciencia, en el sentido bueno.
Hay muchos estudiantes que, a pesar de haberse preparado bien, prefieren no someterse a sus exámenes académicos, por temor a equivocarse. Y, aunque podrían obtener una buena calificación, ese mismo miedo los termina paralizando. Pero, si dicen con humildad a los demás: “Oren por mí, para que me vaya bien en mis exámenes, porque yo solo no creo poder lograrlo. Pero, con las oraciones de todos ustedes, lo intentaré”, seguramente, por esa humildad, recibirán la Gracia de Dios y la iluminación divina. Además, es muy importante, antes de empezar a resolver cualquier examen, encomendarse a su santo protector, y él los ayudará, según la fe y la devoción de cada quien.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie,Traducere din limba greacă de Ieroschim. Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 139-140)