Ascendiendo al Cielo, por medio de la oración
Así como los peces viven y se mueven en el agua, así también nosotros podemos elevarnos a los cielos y acercarnos a Dios, por medio de la oración.
Así como nuestro cuerpo, sin alma, está muerto y apesta, también el alma que no se activa con la oración está muerta y apesta. Porque debemos considerar la falta de oración como algo más amargo que la muerte, como nos lo enseña el profeta Daniel, quien prefería morir antes que dejar de orar, así fuera por un instante.
Si dejas de orar, es como si estuvieras sacando un pez del agua. Porque así como el agua representa la vida para el pez, lo mismo debe ser la oración para ti. Así como los peces viven y se mueven en el agua, así también nosotros podemos elevarnos a los cielos y acercarnos a Dios, por medio de la oración.
La oración y las peticiones hacen del hombre iglesia de Dios. ¿Qué elogio más grande podría hacérsele a la oración, que decir que edifica templos de Dios? Y Aquel que es más grande que el firmamento, entra en el alma viva, por medio de la oración.
(Traducido de: Calist și Ignatie Xanthopol, Metoda sau cele 100 de capete, traducere, introducere şi note de Pr. Prof. Dumitru Stăniloae, în Filocalia, vol. VIII, Editura Institutului Biblic și de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, Bucureşti, 1979, pp. 71-72)