—¿Cómo cree que deberíamos saber si estamos orando bien?

—Querido, la forma en que oras no es un problema. Oras así como puedes orar. Desde luego que la oración es siempre el espejo del alma. Cuando comienzas a orar, lo haces de acuerdo a lo que es tu vida. En la Escalera de San Juan Climaco, se menciona que la oración, de acuerdo a sus cualidades, es “juicio, juzgado y trono del Juez antes del Juicio Futuro”. ¡Esto significa que la oración es el espejo del alma! De la forma en que sea nuestra vida, así será nuestra oración. ¡Tu oración no puede ser otra que la de la medida a la que hayas llegado!

(Traducido de: Arhimandrit Teofil Pârâian, Cuvinte către tineri, Editura Omniscop, Craiova, 1998, pp. 70-71)