Así debe ser el amor del cristiano
“El justo todo el tiempo se compadece y da prestado, sus hijos son una bendición” (Salmos 36, 26).
El Justo Juez dice: “El que conoce Mis mandamientos y los guarda, ése me ama. El que no me ama, no guarda Mi doctrina” (Juan 14, 21; 24). En consecuencia, no ama al Señor aquel que acumula riquezas de forma injusta, oprimiendo sin piedad a los pobres que tiene subyugados. Porque dice el Santo Apóstol Pablo, “el amor no hace el mal al prójimo” (Romanos 13, 10); al contrario, todo el tiempo da y da, compadeciéndose de quienes viven entre carencias y tribulaciones, como está escrito: “El justo todo el tiempo se compadece y da prestado, sus hijos son una bendición” (Salmos 36, 26).
(Traducido de: Sfântul Maxim Grecul, Viața și cuvinte de folos, Traducere de Florentina Cristea, Editura Bunavestire, Galați, 2002, p. 62)