Así se conoce quién ama a Dios...
Debido a que los sufrimientos son de mucho provecho para aquel que los soporta sin perturbarse, con alegría y gratitud a Dios, seamos también nosotros pacientes, soportando las tribulaciones más terribles, por el Reino de los Cielos y la vida eterna.
De acuerdo a Sus disposiciones, Dios permite que las almas enfrenten distintas pruebas y sufrimientos, para que se conozca quién le ama. Porque, si Dios así no lo quiere, ni siquiera un cabello de nuestra cabeza podría caer.
Por eso es que Él no desea que el hombre pase un sólo día sin pesares, porque sin ellos la salvación sería imposible. Porque dijo: “es necesario elegir siempre el camino estrecho y abrupto”.
Ante toda buena obra que hagamos vendrá siempre la tentación, sea antes o después. La Gracia del Espíritu Santo no se otorga sin tentaciones y no es de acuerdo a la voluntad de Dios lo que se hace sin pruebas, tentaciones, aflicciones o cualquier otra forma de trabajo. Porque no es feliz el que obra el bien con dificultad, sino aquel que recibe las más pesadas y terribles cargas por el Señor, con alegría y gratitud.
Cuando Dios ama a alguien, también le castiga. Debido a que los sufrimientos son de mucho provecho para aquel que los soporta sin perturbarse, con alegría y gratitud a Dios, seamos también nosotros pacientes, soportando las tribulaciones más terribles, por el Reino de los Cielos y la vida eterna.
(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie Velicikovski, Crinii ţarinii, p. 20)