Practica la “Oración de Jesús” para luchar contra los malos pensamientos. De hecho, esta oración es la única vía de hacerles frente. Por eso es que estamos obligados a mantenerla siempre a flor de labios, listos para pronunciarla cuando sea necesario, incluso en silencio. Eso sí, recuerda que esta oración requiere la orientación de un padre espiritual para poder ser practicada de forma correcta.

Cuando, estando en la iglesia, sientas que el demonio te ataca y te obliga a cerrar los ojos, pronuncia la “Oración de Jesús”. Más tarde, ora con los katismata del Salterio, que te endulzarán de una forma indescriptible. En los Salmos encontrarás tanta belleza, tanta dulzura, que pronto verás cómo huyen el sueño y la tristeza.

Evita todos los excesos cuando estés en la iglesia. Es decir, no hables ni dirijas tu mirada de un lado a otro, porque Dios podría permitir que el maligno ensucie la iglesia de tu cuerpo.

(Traducido de: Starețul Anatolie de la Optina, Editura Doxologia, Iași, 2012, p. 108)