¡Busca a Dios desde el amanecer!
Así como dice el salmista, predicador de Dios, “Muéstrate, alma, a Aquel que reina en lo Alto”, para que reconozcas Su santo honor y puedas cantar “con labios de felicidad”.
Teniendo el temor de Dios como un mentor inmaculado, con ferviente devoción y la mente atenta, sigue los pasos de tu divino Prototipo. Si deseas en verdad ser digno de Su gloria divina, además de deleitarte con la brillante gracia de Su belleza y llamarte siervo del Padre Celestial, entonces busca incesantemente y desde el amanecer a Jesús, tu Rey, implorándole con oraciones santas. Y, teniendo “lo terrenal” libre de pensamientos inadecuados e inicuos (es decir, el cuerpo), extenuado por la sed, limpio de vicios y “en soledad”, así como dice el salmista, predicador de Dios, “Muéstrate, alma, a Aquel que reina en lo Alto”, para que reconozcas Su santo honor y puedas cantar “con labios de felicidad”.
(Traducido de: Sfântul Maxim Grecul, Viața și cuvinte de folos, Editura Bunavestire, Galați, 2002, p. 33)