Palabras de espiritualidad

¡Busca la luz de tu Creador!

  • Foto: Bogdan Bulgariu

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Translation and adaptation:

Desde este mundo visible, que es ilumindo por el resplandor de los rayos del sol, dirige tu mente a la Ciudad que nos fuera presentada en el Apocalipsis, el Jerusalén de lo Alto, el cual “no tiene necesidad de sol ni de luna que lo iluminen, porque la gloria de Dios lo ilumina, y su lámpara es el Cordero” (Apocalipsis 21, 23)

Mira el sol que resplandece plácidamente e ilumina al mundo entero y nos llena de agrado. De ese sol sensible, eleva tu mente al sol que vive en tu pensamiento y tu corazón, al eterno Sol de la Justicia, Cristo, el Hijo de Dios, Quien ilumina de forma inefable a los justos y eternamente los alumbrará y los regocijará, porque ellos mismos “brilllarán como soles en el Reino de su Padre”, como dice Su dulce promesa (Mateo 13, 43).

Desde este mundo visible, que es ilumindo por el resplandor de los rayos del sol, dirige tu mente a la Ciudad que nos fuera presentada en el Apocalipsis, el Jerusalén de lo Alto, el cual “no tiene necesidad de sol ni de luna que lo iluminen, porque la gloria de Dios lo ilumina, y su lámpara es el Cordero” (Apocalipsis 21, 23), en donde “no habrá ya noche, no tendrán ya necesidad de la luz de una lámpara ni de la del sol, porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 22, 5).

(Traducido de: Sfântul Tihon din Zadonsk, Dumnezeu în împrejurările vieţii de zi cu zi, Editura Sophia, Bucureşti, 2011, p. 63)

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