Palabras de espiritualidad

Busquemos la forma de alegrar a Cristo y entristecer al maligno

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

El amor y la humildad son difíciles para el demonio, pero fáciles para el hombre. Hasta el hombre enfermizo, que no puede hacer mayor esfuerzo, puede golpear al demonio con la humildad.

Las cosas son simples. Nosotros las complicamos. En la medida de nuestras posibilidades, hagamos lo que sea complicado para el maligno y fácil para el hombre.

El amor y la humildad son difíciles para el demonio, pero fáciles para el hombre. Hasta el hombre enfermizo, que no puede hacer mayor esfuerzo, puede golpear al demonio con la humildad.

En cosa de un minuto, el hombre puede convertirse en ángel o demonio. ¿Cómo? Con la humildad o con el orgullo. ¿Es que fueron necesarias horas enteras para que Lucifer se convirtera en un demonio, habiendo sido un ángel? Todo fue cosa de segundos. El modo más fácil de salvarnos es por medio del amor y la humildad. Por eso, empecemos con el amor y la humildad, y después podremos avanzar en lo demás.

Oremos, buscando la forma de dar alegría a Cristo y tristeza al maligno, sobre todo, sabiendo que a este último le gusta el infierno y no quiere arrepentirse.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești I – Cu durere și cu dragoste pentru omul contemporan, traducere din limba greacă de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu de la Schitul Lacu din Sfântul Munte Athos, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 64-65)