Palabras de espiritualidad

Carta a una novia: que los problemas no te encuentren desprevenida

  • Foto: Benedict Both

    Foto: Benedict Both

Ahora son dos. Entre dos, las alegrías son más fuertes y las aflicciones se soportan más fácilmente. Que Dios los ayude a no tener diferencias de ninguna clase y a compartirlo todo: un sólo corazón y un sólo camino de vida.

Que Dios bendiga el camino que ahora empiezas, ése que siempre quisiste para ti. Como verás, el Señor te está otorgando el que era el más grande deseo de tu corazón.

El matrimonio tienen muchísimas cosas bellas, pero también viene acompañado de numerosas penas y problemas, algunas veces de cierta magnitud. Recuérdalo siempre, para que cuando ellos aparezcan, no te hallen desprevenida. Ahora son dos. Entre dos, las alegrías son más fuertes y las aflicciones se soportan más fácilmente. Que Dios los ayude a no tener diferencias de ninguna clase y a compartirlo todo: un sólo corazón y un sólo camino de vida.

En lo que respecta al vestido de novia... yo haría lo que los demás te sugieren, sin pensarlo tanto... los atuendos son siempre cosa de los demás, no tuya. Que se ocupen ellos de arreglarlo de la forma que consideren adecuada.

¡Te deseo la mayor felicidad!

Pidiéndole siempre a Dios por ti,

Obispo Teófano.

 

(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Mântuirea în viața de familie, Editura Sophia, București, 2004, p. 11)