¿Cómo enfrentar la envidia que los hermanos mayores sienten por los más pequeños?

La envidia es una forma de maldad. Sin embargo, si se trata de un niño de tres años que se siente celoso al ver cómo su madre amamanta a su hermanito recién nacido, ese sentimiento está, de alguna forma, justificado. Si la abuela aún vive, el pequeño tendrá quién le consuele. Esos sentimientos deben ir desapareciendo poco a poco, con el tiempo. Así, cuando llegue a los seis años, su mamá le dirá: “¡Pero qué muchacho tan grande tengo yo! ¿Cómo seguir cargándote en mis brazos?”.

Si la madre ayuda al pequeño a enfrentar tales situaciones, éste aprenderá a pedir la ayuda materna sólo cuando sea necesario. Pero crecer asiendo todo el tiempo la falda de mamá es algo enfermizo.

(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie, traducere din limba greacă de Ieroschimonah Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 109-110)