Cómo comportarnos durante la Divina Liturgia
Si el sacerdote ha salido ya con los Santos Dones, permanece en tu sitio, con estremecimiento, porque en aquel lugar está presente el mismo Dios, junto a la Santísima Virgen María y todas las legiones celestiales. Si así lo sientes, derrama una lágrima, no importa cuán pequeña ésta sea, por tu indignidad.
Con relación a la Divina Liturgia, el Padre solía decirnos:
– Si necesariamente debes irte de la Divina Liturgia, hazlo después del “Padre Nuestro”. Pero si el sacerdote ha salido ya con los Santos Dones, permanece en tu sitio, con estremecimiento, porque en aquel lugar está presente el mismo Dios, junto a la Santísima Virgen María y todas las legiones celestiales. Si así lo sientes, derrama una lágrima, no importa cuán pequeña ésta sea, por tu indignidad. De esta manera, tu ángel guardián se alegrará por ti. Y si alguien te preguntara por qué lo haces, respóndele, pero con pocas palabras. Permanece, entonces, en la iglesia, cual candela.
(Traducido de: Sfântul Lavrentie de la Cernigov, Viaţa, învăţăturile şi minunile făcute de Dumnezeu prin acest mare Părinte, Editura Credinţa strămoşească, 2003, p. 10)