Palabras de espiritualidad

¿Cómo debes comportarte con tu esposa?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Tú, marido, cuando escuchas lo que dice Pablo, aconsejando a tu esposa a obedecerte, lo elogias y lo admiras. ¿Pero has visto lo que dice a continuación?

Tú, marido, cuando escuchas lo que dice Pablo, aconsejando a tu esposa a obedecerte, lo elogias y lo admiras. Sin embargo, permanece atento a lo que dice a continuación: “Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella. (Efesios 5, 25). Si antes recibiste un modelo de sumisión, inmediatamente después se te da uno de amor. ¿Quieres que tu esposa te obedezca como lo hace la Iglesia con Cristo? Cuídala, así como Cristo cuida a Su Iglesia. Y si debieras ofrendar tu vida por ella, si tuvieras que ser despedazado por ella, súfrelo todo, no rehúyas el sacrificio. Y, sin embargo, ni con esto estarás haciendo lo que hizo Cristo por Su Iglesia, porque estarás sufriendo por una persona a la que estás unido, pero el Señor sufrió por quien se había vuelto en contra Suya.

Así pues, si Cristo —no con amenazas, insultos o intimidaciones, sino que con amor y mansedumbre, con cuidado y sacrificio— consiguió inspirar confianza en quien tanto le hizo sufrir, de la misma forma debes comportarte tú con tu esposa. Si no te pone atención, si te enfrenta llena de orgullo, si te desprecia, la podrás corregir con tu cuidado, con tu amor y bondad, no con tu ira y amenazas. Puede que sólo a un siervo logres ablandar así, o talvez ni siquiera a un súdbito, porque se enfadará y renunciará a seguirte sirviendo. A tu compañera de vida, a la madre de tus hijos, al fundamento de todo el bien familiar no debes corregirla con salvajismo e intimidaciones, sino con amor y buenos modales.

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele vieţii, Editura Egumenița, Galați, p. 105)