En primer lugar, debes pedirle al Señor, a la Madre de Dios y a todos los santos, con toda el alma y con todo el corazón que el Señor te demuestre Su santa voluntad y misericordia.

En segundo lugar, consulta con tus padres y con las demás personas que conozcan la vida, los hechos y el comportamiento de esa persona con la que quieres casarte. Cuando tengas la certeza que se trata de una persona honesta, puedes, con la bendición de Dios y de tus padres, realizar la santa boda, así como está establecido.

No se apresuren, sino actúen con prudencia y sensatez. Analícenlo toto, no lo dejen al azar, porque la boda es santa y el matrimonio piadoso es vida santa.

(Traducido de: Cum să ne întemeiem o familie ortodoxă: 250 de sfaturi înţelepte pentru soţ şi soţie de la sfinţi şi mari duhovnici, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, Bucureşti, 2011, p. 5)