¿Cómo escuchar con claridad el llamado de Dios?
No es que Dios nos llame sólo por momentos, sino que lo hace permanentemente. No obstante, hay momentos en los que escuchamos cuando Él nos llama, y momentos en los que no lo escuchamos en absoluto.
Estas breves exhortaciones: “¡Sígueme!”, “¡Ven para ver!”, son llamados que Dios nos hace permanentemente. No es que Dios nos llame sólo por momentos, sino que Él lo hace permanentemente. No obstante, hay momentos en los que escuchamos cuando Él nos llama, y momentos en los que no lo escuchamos en absoluto.
Entonces, recordemos que el ayuno nos lleva a aguzar ese sentido del oído espiritual, para que en todo y por todo nos alegremos de la venida y presencia de Cristo entre nosotros, en el ayuno junto a nosotros.
(Traducido de: Preot Conf. Dr. Constantin Necula, Propovăduind Evanghelia iertării, Editura Agnos, Sibiu, 2012, p. 20)