¿Cómo librarnos de la tristeza?
¡Alégrense! ¡Cualquiera que sea el motivo de tu tristeza o de tu desaliento, proviene del maligno! No hay razones para estar tristes.
Querido, yo sé lo que les digo, con toda certeza: cualquiera que sea la causa de una tristeza o de alguna aflicción, ¡viene solamente del maligno! ¡Es que no tenemos motivos...! Si aparece en tí ese estado de agitación, de tristeza, es porque el maligno hace nido en tí e incuba sus huevos; no puedes amar más, se te hace imposible ver con perspicacia un poquito en el futuro, a pesar de la razón que Dios te dio... ya no puedes más, porque estás triste. Es decir, no eres capaz de hacer nada, porque es un estado diabólico muy difícil de soportar. Entonces, cuando estén tristes, piensen en esto “Un momento... ¡esto es algo del maligno!”. Y no lo acepten.
(Traducido de: Arhimandritul Arsenie Papacioc, Ne vorbeste părintele Arsenie, Vol. III, Editura Mânăstirea Sihastria, 2004, p.105)