Palabras de espiritualidad

¿Cómo librarnos del actuar del maligno?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

¿Qué sucede cuando una persona comete un acto vergonzoso y no se sonroja o no se apena por ello? Esto es obra del maligno. Cuando pecas, no te deja avergonzarte, sino que te empuja a pecar aún frente a los demás. En su astucia, te susurra que apenarte por tu acción es lo vergonzoso.

Debes estar atento a lo que te haga el maligno. Porque hay dos clases de actitudes: pecado y arrepentimiento. El pecado es la herida, el arrepentimiento es el remedio. Así como existen medicamentos para las heridas del cuerpo, así también, en lo que respecta al alma, hay pecados y arrepentimiento. El pecado tiene vergüenza, mientras que la contrición tiene coraje.

Pónme atención, te lo suplico, para que no arruines todo y pierdas el provecho que podrías obtener si entendieras todo como debe ser. Existe herida y medicamento. Existe pecado y arrepentimiento. La herida es el pecado y el remedio es el arrepentimiento. La herida trae corrupción, mientras que el remedio la cura. El pecado corrompe, trae vergüenza y burla, mientras que el arrepentimiento ofrece coraje y libertad, limpia el pecado.

Escúchame. La vergüenza sigue al pecado, mientras que al arrepentimiento le sigue el coraje. ¿Has puesto atención? El maligno volteó las cosas, dándole coraje al pecado y vergüenza al arrepentimiento. (...) ¿Qué sucede cuando una persona comete un acto vergonzoso y no se sonroja o no se apena por ello? Esto es obra del maligno. Cuando pecas, no te deja avergonzarte, sino que te empuja a pecar aún frente a los demás. En su astucia, te susurra que apenarte por tu acción es lo vergonzoso.

Dos males nos hace. Nos arroja al pecado y nos aleja del arrepentimiento. Ahora —te dice él— ¿por qué te avergüenzas? ¿Acaso no te daba vergüenza cuando te deleitabas en el pecado? Cuando tomas un medicamento... ¿te da vergüenza? Cuando evitas pecar... ¿te avergüenzas por ello? Entonces debías avergonzarte, cuando pecabas. Pecando no te sonrojabas, ¿por qué te sonrojas al levantarte del pecado?

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Diavolul și magia, culegere de texte patristice și traducerea lor în neogreacă de Ieromonahul Benedict Aghioritul, traducere din neogreacă de Zenaida Anamaria Luca, Editura Agaton, Făgăraș, 2012, pp. 37-38)