Cómo podemos cumplir con el propósito que Dios tenía en mente al crearnos
Solamente el hombre, este ser vivo mental y racional, es, entre otras cosas, “imagen y semejanza de Dios”.
Solamente el hombre, este ser vivo mental y racional, es, entre otras cosas, “imagen y semejanza de Dios”. Se dice que cada persona ha sido creada “a imagen de Dios”, para ser digna en su mente y en su alma, es decir, para lo infinito, para lo que no se ve, para la inmortalidad y el libre albedrío, y también para tener la potestad de dominar, engendrar hijos y crear.
En cuanto a la “semejanza con Dios”, se refiere a la razón de la virtud y los actos que imitan a Dios y llevan el nombre divino, es decir, la disposición filantrópica ante toda la humanidad, la compasión, la misericordia y el amor al prójimo, y también el saber sufrir con el dolor del otro. (...)
La imagen es algo que tiene todo hombre, porque Dios no quita Sus dones. Pero la semejanza es algo que tienen muy pocos, los más virtuosos, los santos y aquellos que imitan a Dios en la bondad, eso sí, en la medida de sus propias posibilidades.
(Traducido de: Sfântul Ioan Damaschin, Filocalia. Volumul 4, p. 196)