Palabras de espiritualidad

¿Cómo puedo luchar con la tristeza y la depresión?

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Sin Dios, el corazón no se siente completo y se aburre... Examina tu corazón y observa el estado en el que se halla. Talvez así encontrarás la puerta que lleva a la paz de Dios”.

Usualmente, cuando nos sentimos deprimidos, intentamos superar ese estado utilizando cualquier medio posible, especialmente buscando cualquier forma de diversión. El problema es que la mayoría de las veces fracasamos en nuestra empresa. Esto no significa que esté mal buscar la forma de consolarnos con cualquier clase de diversión que esté al alcance, televisada o no; es sólo que, acudiendo a esos sucedáneos, no podremos superar dicho sentimiento de depresión y congoja que nos ataca.

San Teófano explica: “La diversión, en especial la que es de dudosa calidad, estimula el estado de depresión que sufrimos, porque, aunque no sea algo pecaminoso en sí misma, es incapaz de contentar completamente al corazón. Hablando de forma general, la inconsecuencia de los sentimientos es algo específico de nosotros. Es muy importante que renunciemos a esa debilidad y la superemos, siendo conscientes del hecho que una sola cosa permanece inmutable: la decisión más importante de nuestra vida, es decir, su propósito, que es la unión con Dios en Su Reino, la salvación del alma”.

Actualmente, la mayor parte de nuestro tiempo lo ocupamos con toda clase de diversiones, como los juegos de ordenador, navegando en la internet, o viendo películas y programas de TV. Lo importante es que entendamos estas distracciones solamente como una opción de ocupar nuestro tiempo libre, mantieniendo siempre el control sobre ellas, es decir, sobre el tiempo que les dedicamos, evitando volvernos dependientes de dichas actividades.

La verdadera satisfacción la alcanzamos solamente en una relación sincera y verdadera con Dios. San Teófano dice: “Dios busca solamente el corazón del hombre y lo llama sin cesar, y el corazón responde al llamado de Dios y desea que Él venga a morar en su interior. Porque, sin Dios, el corazón no se siente completo y se aburre... Examina tu corazón y observa el estado en el que se halla. Talvez así encontrarás la puerta que lleva a la paz de Dios”.

Luego, ¿cómo podemos encontrar esa puerta de nuestro corazón, de la cual habla San Teófano y que conduce a la paz de Dios? Para quienes creen en nuestro Señor y Dios, Jesucristo, una de esas sendas, verificada a lo largo de los siglos, es la humilde oración. Hazte un programa estricto de oraciones diarias, poniéndolo en práctica día y noche. Asegúrate, además, de practicar también la “Oración del corazón”: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”. La oración diaria es esencial para establecer un lazo sincero y verdadero con Dios. Ella te llevará, con toda certeza, a la paz interior que buscas, y llenará el vacío de tu corazón. Una vez entres en relación con Dios, no experimentarás sino una felicidad real, misma que brota de Su amor incondicional por nosotros. Y, cuando veas abierta esa puerta de tu corazón, podrás recibir Su Gracia libremente, y serás capaz de cumplir con Sus mandamientos, del modo en que Él nos exhorta a hacerlo, volviéndote como Cristo, es decir, obediente a la voluntad del Padre Celestial.