Cómo recorrer el camino de nuestra vida
¿Quién no se ha equivocado en esta vida? Por eso, todos, sin excepción, pedimos misericordia y comprensión.
«Tal como me lo pediste, estoy orando por tu familia. Cierto es que tu párroco te ha ofrecido muy buenos consejos, por lo que no es necesario que los busques también en otro lugar. La vida misma nos enseña cómo vivir, aunque el camino no sea llano todo el tiempo. Solo la senda de la Cruz nos conduce a la verdadera alegría de la comunión con Dios, siempre que llevemos nuestra cruz sin lamentarnos, recibiendo cada día la fuerza que viene de Él. ¡Que la bendición del Señor repose sobre ti! Te deseo de corazón paciencia, mucha paciencia y aún más paciencia.
¿Quién no se ha equivocado en esta vida? Por eso, todos, sin excepción, pedimos misericordia y comprensión. Dios espera que te esfuerces en la paciencia y la oración, ayudando a tu esposo a levantarse de su caída. La paciencia y el amor por tus hijos y tu esposo harán mucho más que cualquier discusión. Los niños no deben estar al tanto de los errores de los adultos. Pueden percibirlos por sí mismos, pero no deben recibir de ti esa dura revelación que mata la fe en el bien y en el amor. Sé paciente, orando. ¡Que el Señor te fortalezca!».
(Traducido de: Arhimandritul Ioan Krestiankin, Povăţuiri pe drumul Crucii, Editura de Suflet, Bucureşti, 2013, pp. 252-253; 254)