Palabras de espiritualidad

¿Cómo sabes, hermano, que tu estado espiritual es bueno?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Los que verdaderamente crecen en lo espiritual, no perciben ese progreso, sino solamente una gran desolación, sumada a una profunda humildad y un fuerte amor a Dios, con un silencioso regocijo.

Si mi semejante se halla en un mal estado espiritual, y el mío es bueno, ¿puedo influir en él?

—¿Y si es el maligno quien te presenta las cosas de esa manera? ¿Cómo puedes estar tan seguro de que tu estado espiritual es mejor que el del otro? Cuando creo que soy más virtuoso que el otro y me duele y me entristezco por él, tengo que recordar que primero debería entristecerme por mí mismo y no por mis semejantes. Incluso si compruebo que, en verdad, el otro no está bien, es mi deber justificarlo y buscar circunstancias atenuantes para su situación. Dicho de otra manera, lo importante es no justificarnos a nosotros mismos, sino considerarnos siempre como más pecadores que los demás, y sentir dolor por haber llegado a tal estado. Si somos capaces de hacer esto, podremos reconocer que no hemos hecho nada bueno, a pesar de que Dios ha sido nmensamente generoso con nosotros, y diremos: “¡Señor, no me tomes en cuenta! ¡No me prestes atención! ¡No he hecho nada bueno, es mejor que ayudes al otro!”.

Ciertamente, los que verdaderamente crecen en lo espiritual, no perciben ese progreso, sino solamente una gran desolación, sumada a una profunda humildad y un fuerte amor a Dios, con un silencioso regocijo.

(Traducido de: Cuviosul Paisie AghioritulCuvinte duhovnicești, vol.2: Trezire duhovnicească, traducere de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu, Ed. a 2-a, Editura Evanghelismos, București, 2011, p. 140)