Cómo sanar la tristeza
Cuando acogemos en nuestro corazón la mácula de la tristeza, alimentándola y permitiéndole desarrollarse, nos arriesgamos a que nos anegue y nos venza. Por eso, la persona debe luchar para extirparla y después sanar.
"Una de las iniquidades que más atacan al hombre contemporáneo, es la tristeza por motivos fútiles. Desafortunadamente, solemos abrazarla y la mimamos hasta que nos mata. Pero lo que debemos hacer es luchar en contra de ella, hasta sanar.”
“No presten atención a lo que les dicten hacer sus pensamientos, porque ellos son la herramienta predilecta del maligno. Si el hombre obedece a sus propios pensamientos, incluso en las cosas ínfimas, entonces el maligno adquirirá, poco a poco, mayor fuerza sobre él, arrastrándolo a engaños mayores. Así, sucede que el demonio le ordena a la persona ejecutar ciertas acciones y ésta obedece con docilidad; si, luego de un tiempo, el maligno le conmina a suicidarse, aquella lo hará sin rechistar.” (Padre Sofronio de Essex)
(Traducido de: Hierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos și Sfântul Vlasie, Cunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de Pr. Șerban Tica, Editura Sophia, București, 2011, p. 338)