Palabras de espiritualidad

Cómo tenemos que honrar a nuestra Madre Celestial

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

¡Que no falten en cada casa el Acatisto de la Madre de Dios, la Paráclesis y otras oraciones a la Madre de Dios! Y que ante su icono arda siempre la lamparilla.

De todos los santos, a quienes debes honrar, ¡honra más que a todos a la Madre de Dios! Mucho pueden los santos de Dios, pero ninguno tanto como la Madre de Dios. Si la Madre de Dios no estuviera en los Cielos, entre la Santa Trinidad y nosotros, este mundo se habría perdido hace tiempo. Ella permanece siempre de rodillas y ora a la Santísima Trinidad.

Miles de millones de almas que tienen fe y esperanza en la Madre de Dios atravesarán fácilmente los peajes etéreos y pasarán de la muerte a la vida, porque la han honrado a Ella. Por eso, les suplico: ¡que no falten en cada casa el Acatisto de la Madre de Dios, la Paráclesis y otras oraciones a la Madre de Dios! Y que ante su icono arda siempre la lamparilla.

(Traducido de: Arhimandritul Cleopa IlieÎndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 146)