Palabras de espiritualidad

¿Cómo venerarte como mereces, oh Madre del Señor?

  • Foto: Tudorel Rusu

    Foto: Tudorel Rusu

¿Y, en verdad, qué loa podríamos ofrecer dignamente con nuestros labios débiles y pecadores a la más venerable de todas las criaturas, más gloriosa que los ángeles y arcángeles, a la Santísima Virgen María?

Amados hermanos y hermanas, recordemos que uno de los cánticos que entonamos en la iglesia dice: “No hay lengua que sepa alabarte dignamente, y se deslumbra hasta la mente más admirable del mundo al cantarte a ti, oh Madre de Dios. Y tú, que eres bondadosa, acoge nuestra fe. Tú conoces nuestro fervor divino, ya que eres la protectora de los cristianos. ¡A ti te glorificamos!” (Primer canon de la Santa y Divina Epifanía de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo).

¿Y, en verdad, qué loa podríamos ofrecer dignamente con nuestros labios débiles y pecadores a la más venerable de todas las criaturas, más gloriosa que los ángeles y arcángeles, a la Santísima Virgen María, que fue digna de ser Madre del Dios Altísimo y Protectora del pueblo cristiano? Sin embargo, para ser verdaderos cristianos, debemos enaltecerla siempre (¡y ser, al mismo tiempo, obedientes a la voluntad de Dios!) a Ella, que es causa de nuestra salvación, teniendo presente su amor hacia nosotros.

(Traducido de: Arhimandritul Chiril Pavlov, Lauda Maicii Domnului, Editura Egumenița, Galați, 2012, p. 32)